Incluso las personas más sociales, los más extrovertidos, necesitan un lugar para estar solos y descansar.
Tu dormitorio debe ser un remanso de tranquilidad, un lugar para acurrucarte con un buen libro, distraerte y mirar televisión, o simplemente relajarte lejos del mundo.
Los dormitorios son el lugar principal de relajación, donde todos nos recuperamos por la noche para dormir bien y refrescarnos lejos del estrés y las preocupaciones del mundo. Es extremadamente importante brindarnos esa sensación instantánea de relajación para ayudar a nuestro cuerpo a restaurarse, haciéndonos sentir bien para el día siguiente.